HACE 99 AÑOS VALLENAR SUFRIO UN DEVASTADOR TERREMOTO 8,5
El terremoto de Vallenar de 1922 fue un sismo registrado el 10 de noviembre de 1922 a las 22:30 hora local.
Su epicentro se localizó en la frontera de Chile con Argentina, a la altura de Vallenar en lo que hoy es la comuna de Vallenar, Región de Atacama y,
las provincias argentinas de San Juan y La Rioja, el terremoto tuvo una magnitud de 8,5º en la escala sismológica de magnitud de momento.
Se sintió desde la Región de Antofagasta a la Región Metropolitana de Santiago en el lado chileno, mientras que en el lado argentino se sintió en las
provincias de La Rioja, Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba, San Juan, Mendoza y en San Luis.
El terremoto dejó un saldo de aproximadamente de 1500 muertos y de 2000 heridos.
En Vallenar se produjeron grietas de hasta más de un metro de profundidad. En Copiapó hubieron aproximadamente 300 víctimas y 200 en Argentina.
El río Los Choros (Chile), torrentoso en aquellos tiempos, se hundió a las napas, y hasta el día de hoy no ha vuelto a emerger.
El epicentro del terremoto fue tierra adentro en la cordillera de Los Andes en la frontera chileno-argentina, y el tsunami podría haber sido causado
por un deslizamiento submarino provocado por el terremoto.
En Caldera, el tsunami alcanzó las costas unos 15 minutos después del terremoto, con una altura máxima de 8 metros, destruyendo varios edificaciones,
entre ellas la Aduana. En Chañaral el tsunami tuvo tres oleadas, la primera llegó a la costa alrededor de una hora después del terremoto, la altura
máxima fue de 9 metros. de altura, llegando hasta 1 km tierra adentro. La estación del ferrocarril, la maestranza, la escuela, la fundición de la
compañía francesa, el teatro, la compañía de bomberos,los hoteles y la Caja de Ahorro quedaron destruidos.
Tres oleajes se observaron también en Coquimbo, siendo la última la más destructiva, con una altura máxima de 7 metros. En Huasco la altura de
la ola fue de 5 metros. Otros poblados como Carrizal Bajo, Tongoy, y Los Vilos también sufrieron el embate del mar.
El tsunami recorrió gran parte de la cuenca del Océano Pacífico abarcando diferentes costas como las del Callao en Perú (2,4 m), California
(0,2 m 13,0 horas de retraso), Hawái (2,1 m 14,5 horas), Samoa (0,9 m 14,1 horas), Japón (0,3 m ), Taiwán (0,03 m), Nueva Zelanda (0,1 m),
Australia (0,2 m) y Filipinas (0,1 m).
FUENTE: Web ATACAMAENLINEA.CL, Copiapó, Chile
Casi a la medianoche del 10 de Noviembre de 1922, la fuerza de la tierra se hizo sentir otra vez en Chile, ahora entre Vallenar
y Coquimbo (aunque el sismo se sintió entre Antofagasta y Santiago). Por el oeste fue sentido desde las islas San Félix y San Ambrosio,
abarcando un radio de 1.200 km. Estaciones sismológicas de Bélgica, Italia, España, Brasil, Grecia, Argelia, Egipto y Argentina registraron
también el sismo.
El le asignó una intensidad de VIII a IX grados y más tarde, en la escala Richter, una magnitud de 8.5, lo que lo ubica como el segundo
terremoto más grande del país.
Más de ochocientas fueron las víctimas, la mayoría de Vallenar (550), donde sólo 7 de las 740 casas existentes no registraron destrozos.
Treinta minutos después del terremoto vino el tsunami, inundando los pueblos costeros entre Antofagasta y Chañaral.
En Copiapó el terremoto volcó el péndulo Wiechert de la estación sismológica, por lo que no hubo registros instrumentales. Un 40% de las casas quedó en el suelo y otro 45% quedó en pie, pero inhabitable. El hospital, la comisaría, el Teatro Municipal, la iglesia parroquial y el
Liceo de Niñas quedaron absolutamente destruidos. El cementerio presentaba un aspecto lamentable debido a la destrucción de tumbas y nichos con
la consiguiente exposición de los restos allí inhumados. El estanque de agua potable que abastecía la zona resistió incólume gracias a su
construcción de concreto armado. El daño de las cañerías, sin embargo, provocó de todos modos problemas graves de abastecimiento en los
primeros días.
En Vallenar ocurrió algo similar, aunque allí la red de agua potable resistió mejor. Hubo varias grietas en el suelo, algunas de hasta un metro de profundidad. También hubo dos incendios. El Instituto Comercial, la Escuela Superior de Niñas, el hospital, una escuela primaria y el teatro de la ciudad quedaron arruinados. El juzgado y el edificio de Carabineros sufrieron también serios perjuicios en sus estructuras.
Los daños económicos se calcularon en esa oportunidad en los 30 millones de pesos de la época.
Otro de los pueblos más dañados fue Chañaral, donde el mar entró cinco veces en marejadas sucesivas que llegaron hasta un kilómetro tierra
adentro, destruyéndolo todo y cobrando al menos 17 víctimas. La parte baja de la ciudad era la más importante desde el punto de vista
comercial y quedó arrasada. La estación del ferrocarril, la mastranza, la escuela, la fundición de la compañía francesa, el teatro, la compañía
de bomberos, los hoteles y la Caja de Ahorro quedaron destruidos.
Freirina registró más de diez muertos y cien heridos a causa de los derrumbes de las viviendas. El 40% de las casas fue destruida o sufrió
daños considerables. La línea de ferrocarril Vallenar Huasco sufrió serios daños. La iglesia del pueblo, sin embargo, fue uno de los pocos
edificios que resistió relativamente bien, a pesar (o gracias al hecho) de estar construida con tabiques de caña.
Antofagasta no registró daños importantes por el sismo. El mar penetró a una cuadra tierra adentro, barriendo el lugar llamado La Isla, inundando el muelle de pasajeros, el resguardo, los baños y las casas de la avenida Brasil. Algunas embarcaciones vararon. No hubo pérdida de
vidas humanas.
Caldera quedó varios días a oscuras. Sus casas, hechas de calamina y madera, resistieron bien. El tsunami, sin embargo, destruyó el
edificio de madera de la Aduana, que salió flotando y luego se rompió en dos.
Coquimbo no lo pasó mejor, ya que el mar entró seis veces al pueblo, llevándose veinticuatro víctimas consigo, la mayoría de la población
La Victoria. Se destruyeron el muelle, el malecón, las bodegas y edificios de The Coquimbo Co, parte de la Aduana y algunos vagones y oficina de ferrocarriles.
Carrizal Alto, Tongoy y Los Vilos sufrieron también el embate del mar.
Los informes técnicos de la época atribuyeron la gravedad de los daños al hecho de que Copiapó, Vallenar y Freirina, al menos, estaban construidas sobre terrenos de acarreo y en el caso de Vallenar a la presencia de pantanos incluso dentro del radio urbano. Por otra parte, las construcciones eran de adobe o tapiales y se asentaban en áreas que no cumplían las más elementales normas de edificación.
En el caso de los puertos, la causa más frecuente de daños serios fue su construcción de madera, la que fue desplazada por el maremoto y hecha golpear entre sí o contra otras estructuras más firmes. Los puertos y muelles de concreto armado resistieron bastante bien.
FUENTE: Colaboración
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